martes, 14 de octubre de 2008

Taller 2: El divorcio en la Roma antigua y en la sociedad chilena actual


Cuando en los primeros tiempos de la República, aun no se producía la gran expansión romana, Roma era un pueblo con voluntad de trabajar y de hacer más próspera a la urbe y a sus habitantes. Esta calma que se tuvo en un principio era sostenida por el pilar fundamental de esta sociedad, la familia. Sin embargo toda esta importancia que en un momento se le dio, se desmorono debido a que esta expansión que aparentaba traer frutos, pero no hizo mas que sembrar cizaña, cizaña que se redujo a paganismo, lujuria y pereza.
La decadencia de la Republica Romana fue un fenómeno fruto de la corrupción de un proyecto cultural, que habiendo podido florecer, trascendiéndose a sí mismo, sé cerro en la contemplación de sí, un proyecto que en el momento que requirió de la trascendencia para dar un sentido nuevo a su desarrollo histórico, la negó para ahogarse en la admiración de si mismo, del placer y del bienestar material.
Esta crisis moral en la que se vio envuelta la sociedad romana, origina la devastación de la familia, al verse aceptada una ley de divorcio. Por esto el fácil divorcio fue la causa de la crisis de la Republica Romana, al ser la familia el núcleo base de la sociedad. Para lograr comprender lo que sucede en nuestro país podemos notar que algo similar pasa con la sociedad chilena actual, al verse frente una amenaza el vinculo matrimonial, bajo una propuesta de ley que permite su ruptura con cómodo acceso.
El matrimonio en Roma, no era cuestión jurídica como hoy en día, si no que una situación de estado, aunque esta produce consecuencias jurídicas. Este vinculo es una unión de dos personas de distinto sexo con la intención de ser marido y mujer. Es una situación fundada en la convivencia conyugal y en el Affectio Maritalis, que es el amor y la intención de estas personas de permanecer juntos, existiendo así un consentimiento de ambos lados.
A causa de esta escasa institucionalización del matrimonio, el divorcio era algo fácil y cómodo, desde el punto de vista jurídico. Esta situación se puede demostrar que se podía poner fin a algo tan serio como lo es el matrimonio con cinco palabras, enviadas a través de un mensajero, escritas en un burdo papel, un simple “ coge lo tuyo y vete “, palabras de tan poca relevancia pero que unidas hicieron a que toda una sociedad viviera las consecuencias de una crisis moral que, a pesar de todos los esfuerzos de cientos y cientos de gobernadores, emperadores, en fin lideres en toda área, todavía no termina.
Actualmente el divorcio es algo común en Roma y la mayoría de los países, teniendo estas repercusiones hasta los confines de la tierra, llegando incluso a nuestro querido Chile.
Si bien la ley de divorcio fue aprobada, quedando así Chile; para orgullo de unos y pesar de otros; como el uno de los últimos paises que no había promulgado esta ley.
Este decreto que trata de la disolución del vinculo matrimonial ha tenido como consecuencia un decaimiento en la sociedad chilena actual , al verse amenazada , tal como lo fue en la Antigua Roma , la familia.
Tras esta “liberación ” que promete el divorcio , no hay mas que un descendimiento del nivel de las mujeres y los hijos , al verse estos desprotegidos económicamente ya que a pesar de que se supone que se protegerán , son pocos los organismos que trabajan realmente al cumplimiento de este sustento económico por parte del divorciado, por otro lado aumentan los gastos del estado , al verse este obligado a hacer papeleos que con el sistema jurídico chileno actual , tardando años en verse resueltos los casos expuestos ante dicha ley.
Otro problema a considerar , es el referente a los hijos en el ámbito mental. Las consecuencias sociales y sicológicas que se derivan del divorcio y que afectan a los hijos son múltiples : aumento de la criminalidad juvenil , incremento en el consumo de drogas ,pobreza , entre otras como el mediocre aprovechamiento de los estudios , la difícil obtención de un buen empleo , la poca estimulación por la vida , etc.
Es mediante estas situaciones en la que el libertinaje individual puede verse reflejado socialmente.
Al igual que en la Antigua Republica Romana, Chile tiene en este momento una ley de divorcio. Esta se puede comprobar con la falta del compromiso en la que vive nuestra sociedad, adoptando las relaciones prematrimoniales, el concubinato, el aborto, entre otros como una manera de huir ante ciertas responsabilidades que la vida presenta tarde o temprano.
Todo acto que atenta contra la moral ha de corromper la sociedad produciendo “trizaduras” que finalmente causará él quiebre de ésta.
Se sabe que la decadencia moral que surgió en Roma durante el periodo de la Republica, no pudo ser reparada, agudizándose esta crisis llegando al fin de la Republica.Es verdad que otros factores fueron los causantes de este termino, tales como la ineficacia de las magistraturas para administrar la gran extensión del territorio, la influencia extranjera que corrompe los principios culturales y sociales romanos, el aumento de diferencias sociales al verse transformada la estructura social romana y el surgimiento de guerras civiles al interiosr de este gobiero. Pero ninguno de ellos caló tan hondo como la falta de ética en el interior de cada romano, y por lo tanto de la sociedad.
Por esto la sociedad y la política chilena no deberían de haber permitido que se introduzcan derechos que atenten contra la moral, como se está haciendo con la aprobación de la ley de divorcio. Claramente se puede ver las consecuencias que tuvo este conflicto de integridad en la Republica Romana, no se puede caer dos veces con la misma piedra.
Finalmente, hagamos como dice el texto paulino “ Vince in bono malum ” ( vence con el bien el mal), es decir, ensalcemos el matrimonio, démosle la importancia que este merece, ya que es un vinculo que implica amor, responsabilidad y compromiso, y que no tiene otro fin mas que el del amor y la procreación de la especia, procurando así el bienestar y desarrollo de la familia, involucrando así a toda la sociedad.